miércoles, 6 de noviembre de 2013

El respeto es lo primero

Pueden existir muchas opiniones sobre lo que se debe hacer en una área verde pública, sobre las especies que deben plantarse, que diseño es el mejor, que actividades deben promoverse en ella, su mobiliario, su iluminación y muchas otra variables acerca de lo que conforma un jardín propiedad de una ciudad.

Sin embargo creo que antes de que las buenas decisiones en estos temas puedan surtir su efecto positivo en toda su magnitud, hace falta trabajar juntos en algo mucho más básico, en una cuestión de cultura cívica urbana que ha perdido vigencia en nuestra sociedad.


Estoy hablando del respeto.


La organización mundial de la salud recomienda al menos 7 metros cuadrados de área verde por habitante en una ciudad, la zona conurbana de Guadalajara en promedio cuenta con menos de 4.

En esta medición se incluyen muchas áreas que únicamente se marcan como jardines porque ese es su destino teórico, su uso de suelo, pero que en la práctica no tienen una cubierta verde o árboles o arbustos, algunos son simplemente lotes baldíos.

Además a través de los años se nos ha hecho fácil darle usos inapropiados a estos espacios, alentados por la falta de atención y vigilancia hacia nuestras áreas verdes estas se han convertido en estacionamientos, basureros, comercios y cualquier otra cosa que se nos ha ocurrido con el paso del tiempo.

Mientras en otras civilizaciones un árbol es sujeto de reverencia y digno de la protección, para nosotros es común ver agresiones hacia nuestros árboles convirtiéndolos en postes para nuestra propaganda, llenándolos de clavos, alambres y mecates, torciéndolos o mutilándolos para fijar estructuras de tianguis, toldos, etc.

La mayor parte de estas acciones están expresamente prohibidas en diversas leyes y reglamentos vigentes desde hace muchos años y la mayor parte de los ciudadanos lo sabemos, pero no lo respetamos.

Creo que el mensaje de este escrito es simplemente; Si no haces algo en pro de nuestros jardines, cuando menos respétalos, lo mínimo que se puede esperar de ti es que no los agredas, así las buenas acciones que se propongan para mejorarlos tendrán más esperanzas de salir adelante en tu beneficio.

Estoy seguro que el aporte cultural de promover el respeto hacia nuestros jardines se verá reflejado en muchos otros aspectos de nuestra vida ciudadana.

Arq. Justo E. Osorno Vizcaíno.